Canciones bonitas

Las canciones más bonitas de ahora y de siempre, por primera vez en un blog en venta directa (sólo Península y Baleares)

30 agosto 2005

Nothing compares to you

Sinead O'Connor (Prince)





It's been seven hours and thirteen days
since you took your love away.
I go out everynight and sleep all day
since you took your love away.

Since you been gone I can do whatever I want,
I can see whomever I choose.
I can eat my dinner in a fancy restaurant
but nothing, I said nothing can take away these blues.

Because nothing compares
nothing compares to you.

It's been so lonely without you here.
Like a bird without a song.
Nothing can stop this lonely tears from falling.
Tell me, baby, where did I go wrong?

I could put my arms around every boy I see,
but they'd only remind me of you.
I went to the doctor, and guess what he told me, guess what he told me.
He said girl you better try to have fun
no matter what you do,
but he's a fool,

because nothing compares
nothing compares to you.

All the flowers that you plainted
in the back yard,
all died when you went away.
I know that living with you baby was sometimes hard,
but I'm willing to give it another try.


Corría el año... no lo sé; supongo que sería a principios de los noventa. Me ocurrió la misma situación con dos personas distintas en dos situaciones diferentes. Hablábamos de música, y yo defendía a capa y espada la calidad de la música de Prince; cada una de estas personas me respondía diciendo que la música de Prince no solo era fea; además, él daba la sensación de no lavarse (?). Intrigado, yo pregunté: "Bueno, y para ti, ¿qué es una canción bonita?" La respuesta fue la misma en la boca de ambas personas: Nothing compares to you de Sinead O'Connor. Tomé aire y con ánimo triunfante, aunque no revanchista, respondí: "Bueno, pues esa canción la compuso Prince".

Pero realmente la canción pertenece a la calva irlandesa rompe-fotos-de-su-santidad. Fue ella quien le dio fama, a pesar de que primero la cantó The family (uno de los grupos apadrinados por el Príncipe de Mineápolis, para quienes la compuso), y después su Majestad la publicó en su doble disco Hits, a dúo con la impresionante voz de Rosie Gaines. Sinead le da un toque pijo-noventero (con perdón) y una elegancia que no tienen las otras versiones. Como casi todas las canciones bonitas, trata sobre un hombre abandonado por una mujer, aunque Sinead le da la vuelta a los géneros. Supongo que hoy, con todo el rollito cool que tiene la homosexualidad femenina, quizás la habría dejado igual... nunca lo sabremos.

Esto ha estado muy solo sin ti rondando por aquí,
como un pájaro sin su canción.
Nada puede hacer que paren de caer mis lágrimas solitarias,
dime, chico, ¿qué es lo que hice mal?

Podría echar mis brazos alrededor de cualquier chico que veo por la calle,
pero sólo me recordarían a ti.
He ido al médico y adivina lo que me ha dicho,
adivínalo,
me ha dicho "Chica, lo mejor que puedes hacer es divertirte, no importa lo que hagas".

Es un capullo, porque nada es comparable
nada es comparable a ti.

23 agosto 2005

Por una cabeza

Carlos Gardel y Alfredo Le Pera





Por una cabeza de un noble potrillo
que justo en la raya afloja al llegar,
y que al regresar parece decir
"no olvides, hermano,
vos sabés, no hay que jugar..."


Por una cabeza, metejón1 de un dia,
de aquella coqueta y risueña mujer,
que al jurar sonriendo
el amor que está mintiendo
quema en una hoguera todo mi querer.

Por una cabeza
todas las locuras
su boca que besa
borra la tristeza,
calma la amargura.

Por una cabeza
si ella me olvida
qué importa perderme,
mil veces la vida
para qué vivir...

Cuántos desengaños por una cabeza,
yo juré mil veces no vuelvo a insistir,
pero si un mirar me hiere al pasar,
su boca de fuego, otra vez, quiero besar.

Basta de carreras, se acabó la timba,
un final reñido yo no vuelvo a ver,
pero si algún pingo2 llega a ser fija el domingo,
yo me juego entero, qué le voy a hacer.

A mi abuela le gusta mucho Carlos Gardel. ¿Y qué? Pues que a mí también. Eso es lo que tienen los grandes artistas: que le gustan tanto a mi abuela como a mí.

Llevaba semanas pensando en escribir aquí un post sobre Gardel, que dado el título de este blog debe aparecer por derecho propio en Canciones bonitas. Aunque sólo hubiera cantado El día que me quieras o Volver.

Tal vez creáis que no conocéis esta canción, pero estáis equivocados. Es el tango que más suena en el cine de Hollywood. Eso sí, en su versión instrumental. ¿Habéis visto Mentiras arriesgadas, de James Cameron? ¿Y La lista de Schindler, de Spielberg? ¿Y Esencia de mujer, protagonizada por Al Pacino? En las tres suena la bonita melodía de Por una cabeza. En la última, el gran Pacino, ciego y todo, se marca unos pasos de baile que para mí querría con una jovencita. Y es la escena más memorable de la película.

Gardel da rienda suelta dos de sus mayores pasiones: las carreras de caballos y el amor. A cualquiera le habría salido un bodrio, pero en manos del maestro, sale una canción inmortal.

(1) Apasionamiento amoroso (uruguayismo). (2) En Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay, "caballo".

14 agosto 2005

Compañera

Silvio Rodríguez





La canción es la amiga
que me arropa y después me desabriga.
La más clara y oscura,
la más verde y madura,
la más íntima, la más indiscreta.

La canción me da todo,
aunque no me respeta.
Se me entrega feliz cuando me viola.
La canción es la ola
que me eleva y me hunde,
que me fragua lo mismo que me funde.
La canción, compañera,
virginal y ramera, la canción.

Comenzamos un día
por los tiempos de siempre y todavía.
Comenzamos felices
a juntar cicatrices
como buenas señales de los años.

Y peldaño a peldaño
levantamos paisaje,
sin excusa, sin ruego y sin ultraje.
¿Quién se atreve a decirme
que debo arrepentirme
de la esperma quemante que me trajo?
Porque sangra de abajo,
yo no vendo ni rajo mi pasión.

Entre drama y comedia
he llegado trobando a la edad media.
Torpe pero sincero,
aún no soy caballero,
y que el cielo me libre de cordura.

No me embriaga la altura
ni me aburren los sueños,
no es por moda que estallo y que me empeño.
El amor sigue en brete,
y el camino a machete,
mas no lloro por tal ni me amilano,
si conservo mis manos,
mi sudor y el humano corazón.

Silvio Rodríguez, como casi todo el mundo, por otra parte, es una moneda de dos caras. Por un lado es el luchador incansable revolucionario, que defiende a Castro con todas las cuerdas de su guitarra y no se harta de proclamar la buena nueva del paraíso socialista del dictadorzuelo caribeño. Por el otro, es uno de los talentos más gigantescos que ha dado la música en español.

Cuando uno va a la universidad, a poco que tenga algo de sensibilidad musical, lo admira por sus dos caras: mientras uno se corre las juergas con el dinero de papá y mamá, se es comunista hasta la muerte, y se piensa que hay que repartir toda la riqueza del mundo a partes iguales entre todo el mundo (claro que no se habla de la riqueza de uno, porque no tiene; se habla del dinero de los demás). También se le admira por ser una de las voces más dulces, una de las guitarras más originales y uno de los compositores más atrevidos y mejor dotados de la música popular mundial.

Pasa el tiempo, uno se acerca a los treinta, y una de las caras de la moneda deja de hacer gracia. Te das cuenta de que hay muy poca diferencia entre un personaje como el comandante Fidel Castro y uno como el general Francisco Franco: los dos son dictadores, los dos coartan la libertad de expresión, los dos encarcelan a los homosexuales, los dos prohíben la libre circulación de personas y de ideas, los dos celebran parodias de juicios sumarísimos donde los opositores a sus regímenes son fusilados. Los dos están tan seguros de tener la razón, que asesinan a quien les lleve la contraria. Uno en nombre de Dios y el otro en nombre de la Revolución. Cada uno con su dogma, los dos con la mejor de las intenciones. Los dos iguales.

Cada uno tiene un séquito de intelectuales lamiendo sus botas: Franco los tuvo, y algunos de ellos hoy son demócratas de toda la vida; Fidel también los tiene, y en el carné de identidad de algunos de ellos aparece la misma banderita que en el mío (¡mierda!). Uno de los lamebotas de Fidel es Silvio Rodríguez, tamaño canalla que defiende encarcelamientos por motivos de conciencia, e incluso los fusilamientos de quien pretende huir del hambre.

Pero luego está el Silvio cantante y guitarrista, autor de canciones inmortales: La era está pariendo un corazón, la inmejorable El escaramujo, la manida Ojalá, la perfecta Mariposas, la preciosa El rey de las flores, la pastosa Unicornio, la melancólica Al final de este viaje, y docenas y docenas de canciones que demuestran que, piense lo que piense, diga lo que diga, y defienda a quien defienda, este canalla es un genio.

He elegido Compañera por ser, pienso yo, una oda del autor a su obra, con su relación de amor-odio con el parto de las canciones, y con ese magistral juego de contrastes que la convierten, quizá, en la letra más cuidada del cantautor cubano.

07 agosto 2005

I will survive

Gloria Gaynor





First I was afraid, I was petrified,
kept thinking I could never live
without you by my side.
But then I spent so many nights
thinking how you did me wrong
and I grew up strong,
and I learned how to get along.

And so you're back from outer space,
I just walked in to find you here
with that sad look upon your face.
I should've changed that stupid lock,
I should have made you leave your key,
if I had known for just one second
you'd be back to bother me.

Go on now, go, walk out the door,
just turn around now,
'cause you're not welcome anymore.
Weren't you the one who tried to hurt me with goodbye?
Did I crumble? Did you think I'd lay down and die?

Oh no, not, I,
I will survive.
As long as I know how to love
I know I'll stay alive.
I've got all my life to live,
I've got all my love to live,
and I'll survive. I will survive.

It took all the strenght I had not to fall apart.
Kept trying hard to mend the pieces
of my broken heart.
And I spent oh so many nights
just feeling sorry for myself,
I used to cry,
but now I hold my head up high.
And you see me, somebody new,
I'm not that chained up little person
still in love with you.
And so you felt like dropping in
and just expect me to be free,
now I'm saving all my loving
for someone who's loving me.

Por algún motivo que se me escapa, esta enorme canción se ha convertido en todo un himno gay. No es que me moleste especialmente, pero cuando estoy en algún pub y me la ponen, se me nota la emoción en la cara, y me pongo a cantarla. Y claro, si vienen en el grupo alguien que no me conoce, mis amigos les tienen que explicar que no, que es que yo soy así pero no asao. Creo que se me entiende.

Un ritmo disco para una de las letras más largas y bonitas de la música bailable. Perfecto ejemplo de lo que son las canciones de amor:

Paso de ti, ya no estoy enamorado. Y para que veas lo poco que me importas, te escribo una canción.


Con una letra bastante resultona y una melodía bonita, es nuestra canción de hoy.

Así que has vuelto del espacio exterior,
entro aquí y te encuentro con esa cara de cordero degollado.
Debería haber cambiado la estúpida cerradura,
debería haberte obligado a devolverme la llave
si hubiera imaginado sólo por un segundo que volverías para jorobarme.

Vete ahora, vete,
sal por la puerta.
Date la vuelta, ya no eres bienvenido.
¿No eras tú el que trató de hacerme daño con una despedida?
¿Me vine abajo? ¿Creías que me iba a desvanecerme y morirme?
No, no, yo sobreviré.
Mientras sea capaz de amar
sé que seguiré con vida.
Tengo toda la vida por delante,
todo mi amor que dar, y sobreviviré.
Sobreviviré.